



























Técnica: Acrílico sobre madera
Esta serie de catorce obras circulares representa con notable coherencia plástica y espiritual las Estaciones del Vía Crucis. Cada escena, cuidadosamente construida en torno a una composición simétrica y un cromatismo simbólico, combina la solemnidad de la iconografía bizantina con un tratamiento moderno del color y la línea. Los fondos dorados y verdes evocan la trascendencia y la esperanza, mientras que los gestos serenos de las figuras invitan a una lectura contemplativa del sufrimiento y la redención.
Exhibidas de manera permanente en la Parroquia Virgen del Carmen (Olivos, Buenos Aires, Argentina), estas piezas se destacan no solo por su valor devocional sino también por su rigor pictórico y unidad estética, conformando un testimonio contemporáneo del arte sacro.