Lirio Blanco

Técnica: Óleo sobre tela.

El lirio, símbolo de pureza y espiritualidad, se convierte aquí en protagonista absoluto. La flor, minuciosamente trabajada con luces frías y transparencias, se recorta sobre un fondo oscuro que acentúa su dramatismo. La composición, casi barroca en su contraste lumínico, revela una sensibilidad que combina la precisión del naturalismo con la emotividad del claroscuro. El lirio no es sólo un motivo decorativo, sino una metáfora de lo efímero y lo sublime, una meditación visual sobre la fragilidad de la belleza.